HUERTO EN LA AZOTEA. INSTALACIÓN, DISEÑO, MANTENIMIENTO

HUERTO EN TU AZOTEA. INSTALACIÓN, DISEÑO, MANTENIMIENTO

Con este sencillo manual te ofrecemos una herramienta básica para dar los primeros pasos en la instalación y mantenimiento de un pequeño huerto en tu azotea, balcón o terraza, sin necesidad de tener conocimientos previos. Utilizando recipientes reciclados, podrás producir en casa tus propias hortalizas ecológicas. Con el tiempo, será la experiencia la que te aporte los conocimientos más importantes para cultivar en casa. No obstante, si quieres profundizar más, existen diferentes publicaciones que citamos en las páginas finales.

El huerto en la azotea es un pequeño jardín que visitar cada día. Se convierte en una potente herramienta educativa para cualquier edad, nos permite ampliar nuestros conocimientos sobre las plantas y los ecosistemas y desarrollar actitudes como la paciencia y la constancia, requisitos fundamentales para obtener una cosecha de calidad que irá directamente del huerto al plato. Una vez iniciada esta experiencia, no querrás abandonarla.

Ubicación del huerto

La azotea, balcón o terraza donde lo instalemos deberá tener unas mínimas condiciones:

  • Accesible. Para visitarlo con frecuencia, sin que suponga un sobreesfuerzo.
  • Sobre una superficie resistente. Que soporte el peso de los contenedores con el sustrato (cargas superiores a 300 kg/m2).
  • Seguro. Sin riesgo alguno para quien se encargue de su montaje y mantenimiento.

Huerto en la azotea

Dos factores fundamentales para escoger la ubicación del huerto son la luz y el acceso al agua. Las plantas necesitan al menos 6 horas diarias de luz solar para su correcto desarrollo, así que elegiremos la zona con más horas de luz directa y más protegida del viento. El riego es la tarea que más tiempo ocupa, por lo que conviene que el suministro de agua esté en la misma azotea, lo más cerca posible. Así evitamos grandes desplazamientos para regar o llenar el depósito, si lo hubiera.

El contenido

En el interior del contenedor depositaremos 2 o 3 capas de materiales preferiblemente ligeros, para evitar el sobrepeso en la azotea.

Contenedor para un huerto en la azotea

La capa de drenaje 

Situada en la parte inferior y compuesta por una capa de gravilla de unos 3 cm. de espesor, facilita el desagüe del agua sobrante que, en caso de acumularse, perjudicaría las raíces. Coloca una pequeña malla sobre el agujero de desagüe para retener la gravilla. Debajo colocaremos una bandeja para recoger y reutilizar el agua, evitando también que el suelo se encharque.

La capa de sustrato

Es la más importante para el desarrollo de las plantas, pues es su soporte, facilita el crecimiento de las raíces, contiene la vida microbiana y almacena agua y nutrientes. Con un espesor mínimo de 20 cm., estará formada por una parte de turba rubia, fibra de coco y otros, para dotar al sustrato de buena estructura (porosidad, aireación, ligereza) y otra parte de humus de lombriz, compost, etc., que aporte nutrientes de forma equilibrada. Proponemos una mezcla que da buenos resultados: 50% de fibra de coco y/o turba rubia y 50% de compost y/o humus de lombriz.

La capa superficial

Opcional, aunque recomendable. Consiste en unos 2 cm. de humus de lombriz o compost, que renovaremos periódicamente. Aportará nutrientes y evitará en gran medida la evaporación directa del agua.

Sustrato, compots para huerta en azotea
Cuadro de maeteriales y caracteristicas para un huerto en la azotea

Herramientas Para trabajar en nuestro huerto, necesitaremos:

  • Pala pequeña para los trasplantes y para las mezclas del sustrato.
  • Escardilla y rastrillo para remover el sustrato y nivelar la capa superficial.
  • Tijeras para podar y recolectar frutos sin dañar la planta.
  • Regadera.
  • Jarra dosificadora para medir el abono orgánico que aportamos.
  • Pulverizador y vasito dosificador para tratar plagas y enfermedades o aplicar abono foliar en las hojas.
  • Barreño o similar para depositar restos de podas y cosechas.
También pueden ser de gran utilidad: unos guantes de protección, un termómetro para medir la temperatura de la tierra, una lupa para identificar plagas, un pluviómetro para medir la cantidad de lluvia, un medidor de PH, un conductivímetro para medir la salinidad, etc.

Las semillas

La elección de las semillas es la primera decisión importante. Decidiremos qué hortalizas queremos y si se adaptarán bien al contenedor y a la climatología. Si es posible, utilizaremos semillas locales y ecológicas, que conseguiremos en el mercado o a través de otros agricultores.
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Diseño y planificación del cultivo

Ya preparado el contenedor, planificaremos la siembra según nuestros hábitos de consumo, el clima y las características de las plantas. Canarias, por sus suaves temperaturas, medios/altos índices de humedad y alto grado de insolación, tiene un clima muy apropiado para cultivar numerosas hortalizas durante todo el año. Aunque, debido a las escasas precipitaciones y al alto grado de evapo-transpiración, aplicaremos riegos frecuentes todo el año.

Al planificar el huerto tendremos en cuenta el ciclo del cultivo desde la siembra hasta la cosecha, que varía según la especie y variedad (corto o largo, primavera o invierno) y el clima (temperatura, radiación solar). Ya que el cultivo se dedicará al autoconsumo, tendremos en cuenta las cantidades a plantar de cada especie. 

Plantaremos escalonadamente las que tienen un sólo momento de cosecha, como zanahorias o cebollas, para no recoger todas a la vez. En el caso de las tomateras, una sola planta alcanza un alto nivel de producción y la cosecha tiene un carácter más continuado. Aquí aportamos datos estimativos; tu propia experiencia te dará las pautas sobre este asunto.


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